Anotació

Públic

An aerial view of New Yorkers taking in the sun on rooftops, Manhattan, New York, US. Photograph: Mario Tama.
 

«Y en segundo lugar, concluyo: que no existe un público único, invariable, juez imparcial, como se pretende; que cada clase de la sociedad tiene su público particular, de cuyos rasgos y caracteres diversos y aun heterogéneos se compone la fisonomía monstruosa del que llamamos público; que éste es caprichoso, y casi siempre tan injusto y parcial como la mayor parte de los hombres que le componen; que es intolerante al mismo tiempo que sufrido, y rutinero al mismo tiempo que novelero, aunque parezcan dos paradojas; que prefiere sin razón, y se decide sin motivo fundado; que se deja llevar de impresiones pasajeras; que ama con idolatría sin porqué, y aborrece de muerte sin causa; que es maligno y mal pensado, y se recrea con la mordacidad; que por lo regular siente en masa y reunido de una manera muy distinta que cada uno de sus individuos en particular; que suele ser su favorita la medianía intrigante y charlatana, y objeto de su olvido o de su desprecio el mérito modesto; que olvida con facilidad e ingratitud los servicios más importantes, y premia con usura a quien le lisonjea y le engaña; y, por último, que con gran sinrazón queremos confundirle con la posteridad, que casi siempre revoca sus fallos interesados.»

[«¿Quién es el público y dónde se le encuentra? Artículo mutilado, o sea refundido. Hermite de la Chaussée D’Antin.», El Pobrecito Hablador, n.º 1, 18 de agosto de 1832.]

Mariano José de Larra (1808-1837), Artículos. Edición de Enrique Rubio. Madrid: Cátedra, 2012, p. 137.